Resumen
Una gran empresa azulejera superó el concurso de acreedores con una reducción sustancial de su endeudamiento hasta niveles sostenibles y aprobación mayoritaria de su propuesta de viabilidad, manteniendo puestos de trabajo y gran parte del patrimonio empresarial.
Problema
Una gran empresa azulejera, referente a nivel nacional, sufrió de forma notable las consecuencias de la crisis económica, en particular las relativas al freno del sector de la construcción. Como resultado de ello, vio reducida su cifra de negocios en un 60% desde 2007 a 2014, lo cual derivó en la incursión en pérdidas sustanciales, que fueron erosionando su patrimonio neto y constriñendo la generación de tesorería. Las tensiones de tesorería conllevaron las consiguientes dificultades en el pago de la deuda financiera.
Ante la imposibilidad de refinanciar su endeudamiento, la empresa solicitó la declaración de concurso de acreedores. En ese momento, la empresa debía dar solución a un volumen de deuda de 45 millones de euros y seguir dando empleo a más de 150 trabajadores. Para ello, se requirieron los servicios en Reestructuraciones e Insolvencias que ofrece LeopoldoPons. En una evaluación preliminar, se estimó que los problemas más urgentes y relevantes que había que resolver eran los siguientes:
Cortar la sangría en la actividad azulejera, que consumía una gran cantidad de tesorería, pero ofrecía importantes oportunidades de optimización y crecimiento para un inversor tercero que pudiese inyectar fondos.
Enajenación de los activos no productivos que estaban en poder de la compañía.
Encontrar nuevas fuentes de generación de tesorería.
Construir un plan de viabilidad y plan de pagos que pudiera satisfacer a la mayoría de los acreedores, y que al mismo tiempo proporcionará un futuro viable a la empresa.
Solución
LeopoldoPons abordó los numerosos problemas que acuciaban a la empresa azulejera adoptando un enfoque global y multidisciplinar. Dada la situación de la empresa, en concurso de acreedores, se colaboró de forma estrecha con la Administración Concursal, pieza clave del proceso, para llevar a cabo las medidas que pudieran permitir la superación de la situación de insolvencia.
Así, respecto a la actividad principal de la empresa, la fabricación de azulejos, se evaluó de forma conjunta que la mejor solución era la venta del negocio en bloque. Esta forma de venta permitía el cumplimiento de dos objetivos: cortar el consumo de tesorería que suponía la actividad de fabricación y, al mismo tiempo, mantener los puestos de trabajo. Por medio de los mecanismos que habilita la Ley Concursal, se instrumentó una subasta por la compra del negocio. El mejor postor de la misma se adjudicó la actividad de fabricación cerámica asumiendo la totalidad de puestos de trabajo, cancelando una parte sustancial el endeudamiento financiero asociado a la actividad y las deudas con administraciones públicas
Paralizada la sangría, el siguiente objetivo fue incrementar las fuentes de generación de tesorería, a fin de proponer a los acreedores una propuesta viable de pago de sus deudas. En ese sentido, se reorientó el negocio de la empresa a actividades propias de un holding, gestora de varias sociedades filiales vinculadas con el sector cerámico, y que al momento de comenzar nuestra actuación eran rentables, y a la gestión del patrimonio inmobiliario a través del arrendamiento de inmuebles y naves industriales.
Algunos de los inmuebles propiedad de la empresa se habían aportado en garantía a favor de un sindicato bancario que resultaba decisivo en la aprobación de un convenio. El equipo de LeopoldoPonsevaluó las posibilidades de venta de los inmuebles y el grado de satisfacción de deuda que se proporcionaría y diseñó un plan para ello. Tras la negociación con las entidades financieras se llegó al acuerdo de enajenar los inmuebles, cancelando la totalidad de la deuda financiera que gozaba de garantías a cambio de la adhesión al convenio de estos acreedores.
Resultados
Gracias a la actuación de LeopoldoPons y del diseño global y a medida de solución para la empresa azulejera, ésta consiguió superar el concurso de acreedores, aprobando un convenio que redujo su endeudamiento global y consiguió hacer viable a la sociedad, lo cual resultó satisfactorio tanto para los acreedores como para la propia sociedad. Con ello se preservaron puestos de trabajo, no sólo por la actividad directa, sino también por parte de las empresas dependientes de la misma; se redujo así mismo el endeudamiento cerca de un 70% y se conservó gran parte del patrimonio empresarial.